En mis últimas visitas a Barcelona, ciudad que quiero tanto y donde tantos amigos tengo tuve la fortuna, de coincidir con “Loquillo”, mi buen amigo de tantos años que es, además de un rockero auténtico un poeta de alma elevada desde los bajos fondos y un auténtico cicerone de su ciudad. El Loco me descubrió un lugar increíble que se llama «La Torre d’Alta Mar». Se trata de un restaurante que se encuentra en la Barceloneta, a 75 metros de altura, en una estructura del mismísimo Eiffel según me contó el Loco. Mucha gente se confunde, porque desde allí mismo, desde la puerta de al lado sale el teleférico, pero sin necesidad de cubículos colgantes se llega a este restaurante desde el que se ve toda Barcelona y hasta el horizonte de su mar.