El paseo Pintor Rosales, siempre ha sido uno de mis escenarios preferidos de Madrid. Las mesas sobre las aceras durante casi todo el año (salvo cuando llueve) y el delicioso parque del Oeste abrazando la calle forman parte de mis recuerdos de siempre. Y uno de los lugares que he incorporado hace no mucho a ese escenario es SEVEN &SIX. En realidad más que un sitio se trata de dos. A mediodía es un lugar tranquilo, donde ya hemos plantado el cuartel general un grupo de amigos escritores (Carmen Posadas, Fernando Marías, Adolfo García Ortega y una servidora) y donde se puede comer o bien de menú, de lunes a viernes por unos 18 euros que resultan estupendamente bien invertidos en una comida sabrosa y equilibrada o a la carta para elegir entre ese turrón de foie y lima, el bacalao confitado con cebolla trufada o el clásico steak tartare y acabar con el helado de manzana asada o el de lima y apio, sin que la cuenta suba más de 35 euros por persona, pero por la tarde todo se anima y se recoloca. A la hora ya clásica del afterwork Seven & Six empieza a colorearse gracias a sus diversos cócteles que van desde los clásicos Cosmopolitan, Dry Martini o Pisco Sour a las nuevas y originales creaciones como La violetera a base de vodka, lima y sirope de violeta.

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