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Pitingo: “Los músicos del mundo alucinan con el flamenco”

Pitingo. Cantante

Antonio Manuel Álvarez Vélez, tiene una sensibilidad que se le nota hasta en esa sonrisa cuajada de dientes blancos, que resalta en su tez morena de gitano guapo. El sabe que lo es y de ahí que le llamen Pitingo, que es presumido en caló. Ha pasado ya tiempo desde que , después una temporada trabajando en el aeropuerto de Barajas cargando maletas, y de tiempos muy duros en los que, cuando salía a trabajar, podía volver sin un duro (“a veces me iba a casa Lucio y le decía ¿me das unos huevos con patatas y te canto unos fandangos?), su tía adoptiva ,Salomé, decidiera llevarle a una reunión de payos y gitanos, llamada “Los Magos”, en la que se encontraban cada miércoles varias figuras del cante como Enrique Morente, Carmen Linares o Pepe el “habichuela. Ahí empezó de verdad su carrera artística. Corría el año 2004 cuando participó junto a Nono García en el tema “Guajira del Trasmallo”, de la Banda Sonora de la película “Atún y Chocolate” de Pablo Carbonell. Un año más tarde, la sala Buho real, junto con Emi –Virgin editó un disco con temas de nueve artistas nuevos, entre los que se encontraban “Los quereles” y “El olvido” de Antonio Pitingo. Luego vino un dúo con Rosario Flores, la versión de “Gwendoline “de Julio Iglesias para la Película “Cándida” de Guillermo Fesser y de pronto,no mucho más tarde, en 2007, “Soulerias” , el espectáculo que le cubrió de éxito ,como si fuera una manta de estrellas. El CD-DVD se mantuvo durante meses en los primeros puestos de la lista de discos más vendidos, hasta alcanzar el disco de oro gracias a ese single mágico: “Kiling me softly with his song”. Desde entonces su nombre y su música no han dejado de sonar, ni el ha parado de cosechar premios de todo tipo. Tras dos discos más, “Olé & Amen” y “Malecón Street” y después de algunas críticas de los flamencólogos puristas. Pitingo acaba de publicar “Cambio de Tercio” una vuelta a sus raíces flamencas, que ha dejado contentos incluso a los que antes le criticaban “Yo lo he agradecido –me cuenta- Pero no lo he hecho con la intención ni de callar bocas ni de nada, sino porque me apetecía. Aparte me he tomado este trabajo sin fecha y sin presión por más que las compañías me dijeran: ‘¿para cuándo el disco?’ Yo les contestaba: ‘dejarme un poquito tranquilo que yo voy a mi paso y este disco lo quiero hacer bien, para que sea un disco del que yo esté contento” Me llama la atención que tal y como está el mundo de la música haya alguien que se pueda permitir darle largas a una discográfica, pero Pitingo me lo explica: “Es que yo creo que tiene que ser así, ¿no? Hombre tampoco vamos a esperar 4 o 5 años, pero sí a que el artista esté contento. Y más cuando se trata de un disco con tantísimas colaboraciones. Tienes que ir despacito. Sobre todo porque yo a lo mejor cantaba la soleá y no me gustaba y la tenía que volver a hacer” Eso sí que es comprensible, más que nada porque no hay profesional de la música que no diga que el flamenco es lo más difícil de cantar, lo que no puede cantar todo el mundo .“Eso desde luego. Yo comparo la música flamenca con otra cualquiera –y yo he hecho mucho góspel, muchísimo rhythm and blues y funky- y veo que el flamenco tiene un ritmo y una colocación de la voz mucho más difícil. O sea, que tocas la cuerda ¿no? Lo que es la garganta, la tocas. Y el ritmo ya, no te puedes ni imaginar, es dificilísimo. Por eso mismo todos los músicos del mundo alucinan con el flamenco. Y el flamenco es algo inalcanzable para ellos, mientras que nosotros nos ponemos a tocar ,de repente, un son o jazz o lo que sea. Y ahí tenemos al maestro Paco de Lucía, que en gloria esté, que ha sido el mejor guitarrista no solo de flamenco sino en todos los sentidos y del mundo entero.” Paco de Lucía también era referente para Pitingo, tanto que en este último disco suyo “Cambio de tercio”, hay un tema dedicado al maestro de maestros. Ni más ni menos que aquella canción mítica de Aute titulada “De alguna manera”. “Es maravillosa –dice Pitingo. Y la desaparición de Paco, algo que todavía no me creo, te lo juro. Antes los artistas ,cuándo estábamos con la incertidumbre, siempre esperábamos el disco de Paco y las guitarras giraban en torno a como él las tocara. Si Paco volvía para atrás, los guitarristas volvían para atrás. Todos. Entonces, se ha ido un referente para todos nosotros. Un genio. Y aparte muy buena persona, como lo suelen ser todos los genios, porque Enrique Morente –a quien también está dedicado el tema de Aute- también lo era.” Decía Pitingo que este era un disco que había querido hacer tranquilo para estar satisfecho de él y porque lo hacía con muchos amigos entre los que hay grandes artistas y ¡hasta una princesa! “Sí Fara Siraj. Con ella canto una canción en árabe. La conocí porque vino a escucharme cantar en ‘Soulería” Y yo recuerdo que me decían: ‘viene la princesa de Jordania’ y yo pensaba que iba a llegar rodeada de seguridad, pero no… Llegó con su madre, tranquilamente. Es una persona muy llana y humilde. Los artistas del disco han alucinado, por como canta, como toca la guitarra y luego también porque es un ángel, es guapísima” “Guapísimo” también, como diría alguno, este disco, “Cambio de tercio” en el que, asegura Pitingo “Están todos los que están, que son los mejores. Yo lo recomiendo para el que se quiera aficionar al flamenco y no sepa por donde empezar. Este disco es un buen comienzo. Y lo recomiendo, además, al público en general, porque la música alegra el alma”.

Personal e intransferible

Pitingo nació en Ayamonte, Huelva, en el año 80. Esta casado, tiene un hijo que es de lo que más orgulloso se siente, no se arrepiente de nada. Perdona, olvida, le hacen reír y llorar los amigos y a una isla desierta se llevaría a su mujer y a su hijo. Come y bebe de todo, fuma, sale a cantar con el pie derecho y después de santiguarse veinte veces, sueña mucho con una tía suya que murió, de mayor le gustaría ser un buen padre y se volviera a nacer repetiría su vida. ¿Algo que le divierta, además de la música, sus amigos y su familia? “Las redes sociales. Estoy picado con eso. Estoy todo el día. Hay días que tengo 1000 cuando llego a casa y empiezo a contestar y acabo a las dos de la mañana. Yo creo que todo el mundo se merece una contestación, porque son tus seguidores ¿no?

La Razón

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