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Reseña de La chica a la que no supiste amar

Reseña publicada por Laky por doquier en Babelio

En esta ocasión, va a ser un amigo, un antiguo compañero de aventuras quien le encarga un trabajo al detective Tony Roures. Alberto Llorens era fotógrafo de guerra y allí coincidió con Roures, hace muchos años. Luego, los caminos de los dos fueron por otros derroteros y hace años que no se ven. Tony cree que Alberto sigue felizmente casado con la heredera de un rico empresario de Castellón donde el matrimonio vive.

Pero la realidad es un poco distinta. Alberto hace años que va dando tumbos. Su vida profesional como fotógrafo nunca acabó de despegar y sus hobbies han empezado a ser un poco peligrosos. Uno de ellos es el que le ha llevado a buscar la ayuda de Roures. Alberto tenía la costumbre de ir a un burdel de lujo de Castellón y allí se enamoró de Blessing, una bella nigeriana. Tenían planes para hacer una vida juntos pero a ella le diagnosticaron un cáncer de pecho. Tras una doble mastectomía, la pobre Blessing se convirtió en mercancía defectuosa porque, ¿de qué sirve una prostituta sin pechos? Así que alguien la mató de un tiro. Ahora, los chulos de Blessing, le reclaman a Llorens su valor y le dicen que, si no paga la deuda que ésta tenía con ellos, le imputarán el crimen.

La chica a la que no supiste amar” plantea el gravísimo problema de la trata de mujeres. Mujeres traídas engañadas de sus países de origen con promesas de trabajos normales que se ven abocadas a vender sus cuerpos para pagar unas deudas cada vez más grandes. Prostitución, palizas, malos tratos, amenazas a ellas y a sus familias… todo vale para doblegar la voluntad de estas pobres mujeres, a veces poco más que niñas.

Sólo por el tema que plantea ya merece la pena leer el libro. Creo que hay que visibilizar estos temas, traerlos de una y de otra forma a la palestra. Porque la lucha contra la trata de mujeres es dificilísima. Los proxenetas se las saben todas, tienen mil y una triquiñuelas legales para escaparse de la ley y muchas veces, cuando se les consigue detener e imputar algún delito, suelen ser delitos colaterales.

Se nota que la autora se ha documentado muchísimo para la escritura de esta novela y ha llegado a conocer el tema en profundidad. Tanto cómo se desarrolla la prostitución en nuestro país y cómo es la vida de estas pobres mujeres, como el proceso por el cual acaban convirtiéndose en prostitutas. Hay algunas escenas que ponen los pelos de punta, es imposible no ponerse en su piel y sufrir con ellas. Y hay veces en las que me he horrorizado. Por ejemplo, al conocer el precio de algunos servicios: estas mujeres no es que se vendan, ¡es que se regalan! Madre mía, en qué poco valoran los puteros determinados “actos” con ellas. Y cuánto tienen ellas que aguantar. La verdad es que es un libro que te remueve por dentro, que te afecta, te repele y horroriza a partes iguales; pasas del horror y el estupor a la pena más absoluta en la misma frase.

Pero la novela no sólo habla de este tema por mucho que éste sea el núcleo de la trama. Además, es una novela detectivesca; y muy buena, por cierto. Porque aunque la trama, en principio, parece bastante sencilla y no da la impresión de que a Roures le vaya a costar mucho llegar a una solución, las cosas se van complicando, Roures va tirando del hilo y lo que encuentra al final es una historia mucho más complicada de la que todos creíamos al principio. La trama está muy bien llevada y muy bien desarrollada, con un final perfecto.
Ha sido un gusto reencontrarme con Roures. Aunque el caso empieza y termina en la novela y puede leerse ésta sin haber leído las anteriores, es cierto que siempre es mejor leerlas en orden. Sobre todo, para conocer a los personajes. Aquí, en concreto, a Roures, sus ayudantes y a la juez, un personaje que ya salió en la primera novela y cuya relación con Roures va a dar en esta novela mucho juego.

La novela se estructura en treinta y seis capítulos de corta extensión. Es un narrador en tercera persona quien, focalizando en Roures, nos irá contando la historia. En algunos momentos el autor se centra en Blessing quien ya está muerta cuando empieza la novela; no obstante, se retrotraerá a algunos momentos anteriores a su asesinato para que podamos conocerla un poco y saber cómo se sentía ante su situación.
Conclusión final

La chica a la que no supiste amar” es una novela negra con una importante crítica social. Marta Robles llama a las cosas por su nombre y saca a la palestra el terrible mundo de la prostitución con sus tres puntales: las prostitutas, los proxenetas y los puteros. Una novela que había que escribir, un tema que hay que sacar una y otra vez a la luz. Es lo mínimo que se puede hacer.

Y, sin duda, una novela muy entretenida que me ha encantado leer.

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