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Marta Robles: «En la historia de España hay dos reyes muy adictos al sexo»

Publicado en La Voz de Galicia

La escritora desnuda nuestra historia, aireando las pasiones, vicios y anécdotas de los reyes que han cambiado el rumbo de España.  ¿Quién fue el soberano más promiscuo?

Marta Robles revela que España tuvo una reina mora en «Pasiones carnales»
Marta Robles revela que España tuvo una reina mora en «Pasiones carnales»GONZALO PÉREZ MATA

ANA ABELENDA

La sombra de las pasiones reales es alargada sobre la historia de España, desde don Rodrigo, último rey visigodo, hasta Alfonso XIII, tanto que da para un Juego de Tronos ibérico con sabrosas y matadoras anécdotas que superan la ficción. Esta la historia que no se cuenta, pero airea Marta Robles en Pasiones carnales, un repaso con humor y rigor de las debilidades sexuales y amorosas de los reyes y reinas de nuestra historia. «Las biografías oficiales suelen pecar de puritanismo e intereses partidistas, con lo cual al desgranar la historia de España se ofrece el escaparate, pero no la trastienda. Las pasiones carnales que cambian la historia son las de los poderosos, y en nuestro país durante siglos quienes han ostentado el poder absoluto han sido los reyes».

­-Recorre 12 siglos de historia para invitarnos a entrar en esa trastienda. ¿Por qué se decidió a espiar?

-Porque en una conversación con la directora de Espasa, Ana Rosa Semprún, hablamos de un libro que había en México que a través de cuatro personajes contaba algunos episodios concretos de la historia y era muy instructivo y divertido. Pensé que lo que había que hacer era una historia más osada y más grande que fuese una radiografía de la historia de España.

­-¿Qué refleja esta radiografía?

-Que todos los reyes, reinas y poderosos son tan humanos como lo somos nosotros, que tienen pasiones en torno a las cuales hay toda clase de sentimientos: amor, traición, odio, lealtad, celos, ganas de matar… Hay varios asesinatos y violaciones en la trastienda de la historia de España. En realidad, la historia se cuenta de un lado, pero se escribe del otro.

«La pasión es consustancial al poder. En la historia de España hubo más amores ilícitos que lícitos»

-¿Qué ha movido más a los reyes de España, la ambición o el amor?

-La ambición es una constante, pero la pasión es consustancial a la ambición y el poder. Cuando una persona accede al poder, de alguna forma piensa que tiene esa capacidad de recompensa que son las pasiones carnales. Ambición y el amor se juntan mucho en la historia de nuestros reyes, porque el matrimonio no era más que una extensión del contrato de los propios reinados. Ahí no había amor, solo los intereses de los reinos para buscar alianzas o hacerse poderosos. Entonces estaba admitido que los reyes (que no las reinas) se pudiesen procurar fuera esa satisfacción carnal. Pero esas pasiones a ellos los vuelven vulnerables y eso hace que cambien el destino al que quieren llegar. En la historia de España hubo más amores ilícitos que lícitos.

-¿Quién es el rey más promiscuo de la historia de España?

-Dos. Nuestros reyes más adictos al sexo fueron Felipe IV y Alfonso XIII. De ninguno de los dos se ha llegado a conocer con seguridad el número de hijos y relaciones. ¡Eran de una promiscuidad frenética! Al primero le daba igual la condición de sus amantes con tal de que las relaciones fueran cortas, solo tuvo una más larga con la Calderona. Uno era Austria y el otro Borbón, así que en todas dinastías cuecen habas. En cuanto a las perversiones de cada cual, Felipe IV se obsesionó con una monja y Alfonso XIII era un devoto del porno que incluso contribuyó a los guiones de veinte películas, que rodó para él la productora que cubría los actos de la casa real, a razón de seis mil pesetas por cada una de ellas.

-Ahora el amor sí entra en los matrimonios de la realeza.

-Y no sabemos si para bien o para mal…

«En la historia de nuestros monarcas hay mujeres buenas, malas y regulares, igual que hombres. Somos igual de capaces, en lo bueno y en lo malo»

-En nuestra historia hay una reina mora y una leyenda como Ava de Ribagorza, la condesa traidora…

-A algunos reyes les vino bien tener pasiones fuera del matrimonio para su gobernanza, pero he querido mostrar que a lo largo de la historia hay mujeres buenas, malas y regulares, igual que hombres. Somos igual de capaces en lo bueno o en lo malo. Pero a las mujeres la historia les ha dejado un papel determinado, marcado por los hombres.

—¿El mejor rey de nuestra historia?

—Carlos III fue de los mejores, si no el mejor, se preocupó mucho de los asuntos sociales. Se casó con María Amalia de Sajonia, tuvo una ristra de hijos y cuando ella murió no volvió a tener relaciones, porque tenía miedo a perder la cabeza como su padre, Felipe V. Carlos III no volvió a tener sexo tras la muerte de su esposa… y fíjate que fue de los mejores reyes de España, sin duda.

«El alma de Fernando VII debía de ser igual de fea que su pene, Mérimée se lo relato a Stendhal con todo lujo de detalles…»

—En «Pasiones carnales» revela quién tenía el pene más feo de la realeza. Asústenos.

—Era el de Fernando VII. Su alma debía ser igual de fea que su pene, muy bien descrito en las cartas de su primera esposa y que Prosper Mérimée le relató con todo lujo de detalles a Stendhal. Era fino en la base y gordo en la cabeza, como una seta. Eso hizo costosas sus relaciones sexuales y la descendencia. Fernando VII era un tipo horroroso por todas partes, ignominia pura para la historia de España. Fue el rey deseado y fue el rey felón. Su actuación, que queda recogida en el libro, es muy innoble. Su rostro y su pene debían parecerse en feos a su alma.

—Era diferente Felipe II, el «rey de la sexualidad secreta».

—Felipe II fue un gran rey, en cuyo dominio no se ponía el sol, pero la imagen que tenemos es de la rey que cumple las normas de manera férrea, disciplinado, siempre vestido de negro. Lo curioso es que este rey se casó cuatro veces, tuvo infinidad de amantes y una colección de pintura erótica que le encargó a Tiziano (que, por cierto, ahora se puede ver en El Prado), al que le pidió que pusiese el rostro de su amante más querida, Isabel de Osorio. Era un rey que perseguía herejes, que estaba al servicio de la Inquisición, con unas normas durísimas para sus súbditos, a los que nos les dejaba ni tocarse… ni mantener contacto en los bailes, les hacía ponerse un pañuelo en las manos para evitar el contacto directo. Tenía el miembro muy grande, y se sabe por las quebrantos de su tercera esposa, Isabel de Valois. Al rey le gustaba tanto su tercera esposa que le permitió que se cambiase de vestido todos los días. También le concedió cambiar la capital de sitio, ¡porque llegó a Toledo y no le gustaba el clima! El rey, prendadísimo de su mujer, decidió trasladar la corte de Toledo a Madrid. Imagínate las consecuencias políticas. Cuando ella murió, él empezó a vestir de negro y nunca más usó otro color.

-De Alfonso XII nos quedó el «Dónde vas, Alfonso XII, dónde vas, triste de ti…», pero tuvo varias amantes.

-Fue el primer rey que se casó por amor. Fue un gran rey, pero murió joven y se le lloró mucho. Se casó por amor como los pobres, con María de las Mercedes, por eso el pueblo lo celebró mucho, pero ya tenía una relación con la cantante Elena Sanz, que siguió después… En fin, el amor y la pasión lo han movido todo en la historia de los monarcas, igual que en la del resto de los mortales, unas veces para bien y otras para mal.

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