«El sofá-ball siempre ha sido mi debilidad»
– Actriz –
-Y vuelta al teatro, al Reina Victoria de Madrid, con la obra «Llama un inspector». Vamos, que está en forma, ¿no?
-Muy en forma, dispuesta a recibir al «Inspector» todos los días.
-A usted siempre le ha gustado ejercitar el cerebro, ¿el músculo también?
-El músculo, menos. Está un poquito aletargado ya.
-Algo de ejercicio hará.
-Sí. Mi perra me saca a pasear dos veces al día.
-¿Y es forofa de algún deporte?
-El «sofá-ball» siempre ha sido mi debilidad.
-A uno puede no gustarle el teatro o el cine, ¡pero el fútbol!
-Pues el fútbol es lo único que no me gusta. No tengo ni equipo. Hombre, por solidaridad con mi hijo, que es muy rarito y es del Rayo, pues sí, pero la verdad es que me importa un pepino.
-Un deportista sin reconocimiento en forma de medallas no llega a ninguna parte, ¿a un actor le hacen falta premios para crecer en su carrera?
-No, para crecer no. Hombre, siempre es agradable, los premios son muy agradables, pero conozco a actores espléndidos que no tienen ninguno.
-A usted le llegaron, casi todos juntos, por un único trabajo: «Farmacia de Guardia».
-Sí, ahí están.
-Se convirtió usted entonces en el Rafa Nadal de la interpretación. No le quitaba un premio nadie, fueran fotogramas, «tps» o lo que fuera.
-Ja, ja… La verdad es que hay un surtidito variado, pero no es mérito mío sino de estar en un proyecto que se lo llevaba todo.
-Dicen que sólo los buenos deportistas saben perder porque ganar saben todos, ¿les pasa lo mismo a los actores?
-Sí, porque además es todo tan efímero. El éxito pasa igual que lo hace el fracaso, así que tampoco hay que darle importancia y hay que recibirlo con humildad.
-¿Y cree que hay el mismo porcentaje de suerte en sus carreras que en las de los deportistas?
-No, porque en los deportistas, el que salta más alto, corre más o llega antes es el mejor. En esto dependemos mucho de los gustos, de que caigas bien o mal, de que te llamen…
-¿Y talento?
-Si te quieres dedicar a esto y no tienes talento, dedícate a otra cosa.
-Lo que peor se le daba a Nadal, antes, ahora ya nada, era la hierba… ¿A usted se le da mejor el teatro, el cine o la televisión?
-Todo me gusta, pero depende mucho del personaje que me toque interpretar. En este momento, para alguien de mi edad, los mejores están en el teatro, porque en televisión o en cine son inexistentes.
-Carlos Sainz siempre dice que su copiloto es imprescindible. ¿Tener una pareja de interpretación de la talla de Carlos Larrañaga en «Farmacia de Guardia» o de Paco Valladares en «Llama a un inspector» hace que la tarea sea más fácil?
-Es fundamental, porque un actor es una energía de ida y vuelta. Es imprescindible que haya sintonía y en esos casos hubo y hay muchísima.
-Claro que también habrá responsabilidad por parte del entrenador, ¿ha sido Mercero su mejor entrenador?
-Ha sido un buen entrenador, pero he tenido varios buenos.
-Los políticos suelen ir al fútbol, ¿y al teatro?
-Los políticos van muy poco al teatro. No se ocupan, les importa un pepino el teatro y la cultura en general y eso es lo que hace que el país no esté en el lugar que le corresponde.
-Si la invitaran al palco del Madrid, ¿preferiría coincidir con Rubalcaba o con Aznar, ambos forofos del equipo merengue?
-Me han invitado muchas veces y nunca he ido, pero preferiría coincidir con Rubalcaba, porque lo pasaría estupendamente.
-¿Y a alguno de los dos le invitaría a verla en el teatro?
-A los dos, trabajo para todas las ideologías y lo único que deseo es que todas las ideologías vayan al teatro.