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“La pérdida, el desamor, generalmente adelgaza”

¿El modo de procesar los alimento Esta relacionado con las emociones?.

En tiendo que estamos hablando de los alimentos que constituyen una dieta mediterránea normal. En primer lugar hay que tener en cuenta que no es lo mismo procesar una fabada que una ensalada para una persona tipo medio. Salvando esta diferencia, en cuanto al tipo de alimento sí que podemos considerar que el estado emocional influye no solo en lo que comemos sino también en la manera de procesar o digerir los alimentos

 

¿Es cierto que el amor a unas personas les engorda y a otras les adelgaza?

Aunque las diferencias individuales son muy grandes, parece en general podríamos decir que  sí

 

¿Por qué?

Resulta difícil encasillar a las personas en grupos diferentes y con características propias, pero podemos afirmar que en general, cuando la persona está viviendo una situación emocional tan fuerte como el amor todo su funcionamiento físico se altera. La relación entre estado emocional y estado físico es clara.

El enamoramiento es un estado de alteración total de la vida de la persona, su grado de motivación e ilusión, sus preocupaciones, sus intereses, su sensibilidad, sus biorritmos, el funcionamiento hormonal y del cerebro, todo se altera y por su puesto, el apetito, el hábito de comida también.

El estar viviendo una emoción positiva nos produce relajación, tranquilidad, placidez.  El amor es una de las emociones positivas más fuertes que experimentamos las personas, nuestro sentidos parece que se abren más al exterior. En relación a la comida, parece que “todo sabe mejor” , el hecho de comer también se convierte en una actividad positiva y relajada por lo que se puede  comer más, hay más cosas que celebrar alrededor de una mesa , se queda a tomar algo, se disfruta de dicha actividad por lo que se come más y por lo tanto, se puede engordar. Además la vivencia de plenitud de estar enamorado puede producir una sensación de mayor apetencia y disfrute por la comida.

Si  la persona vive el amor en términos de angustia como por ejemplo,  cuando resulta  inalcanzable el encuentro con el otro, cuando la relación está plagada de  dificultades, cuando uno no se siente correspondido… el amor va acompañado de un cierto estado de alerta a la posible pérdida o al  fracaso, o al miedo y  la persona siente una hiper activación constante es entonces, cuando dicha emoción   supone  un gran  desgaste energético y de inquietud constante   de la persona que se tensa e tal manera que  se le “cierre el estómago”, pierde el apetito por lo que puede que adelgace.

 

¿Qué engorda o adelgaza más el amor o el desamor?

Depende de cada uno. Por lo que hemos visto, en general, el amor tiende a que se dan más oportunidades de celebrar los encuentros, a que nuestro estado de ánimo sea más positivo y abierto por lo que incluso nos damos más caprichos, y en definitiva, y en poco tiempo se puede engordar algo, pero nunca en exceso. Parece que, incluso socialmente se valora positivamente. Eso de que “el amor se nota en la cara” tiene que ver con una mejoría en el aspecto físico, la persona parece más saludable, como más sana, y esa sensación en muchos casos tiene que ver con un cierto aumento de peso.

Aquellas personas que pasan a estar volcadastotalmente en la emoción del enamoramiento, en la relación amorosa, pueden llegar a olvidarse de si mismos y da igual si comen o no, si lo hacen de una manera apropiada o a salto de mata, porque lo que realmente importa es el amor, la emoción amorosa per se y “el otro”: su felicidad, su bienestar.

Por otro lado cuando se sufre el desamor, se pierde a la persona amada, sobre todo si es de manera inesperada y rápida, la primera reaccion es la de no poder comer. En consulta vemos cómo en muy poco tiempo una persona que se enfrenta a una crisis o ruptura amorosa hace una fuerte pérdida de peso en muy poco tiempo. 5-8 kilos en un mes o incluso más.  Dicha perdida de peso tiende a estabilizarse pasados estos primeros momentos.

Quien no ha experimentado la sensación de no poder n tragar algo cuando está sintiéndose tenso por un enfado o por una discusión. Frases tan comunes como …“Ya no puedo ni comer con lo que me has dicho” ,”he perdido el apetito”, “me sienta mal todo lo que como” no me entra nada, se me quitan las ganas…… la perdida el desamor adelgaza

Pero existe otro grupo de personas que, ante esta misma situación,  cuando se sienten solos, abandonados y sin ninguna actividad gratificante en el dia a dia , con pensamientos de auto minusvalía, de que ya no valen nada,que han perdido todo lo que tenían, que todo da lo mismo… empiezan a ingerir cualquier alimento para hacer algo, para darse algún placer, porque ya da lo mismo y así entran en un circulo negativo en el que comen para calmar suu malestar, se sienten peor por lo que han comido, vuelven a comer para calmarse y…. engordan.

Podríamos afirmar que el amor engorda un poco y  no perjudica la salud mientras que el desamor adelgaza un mucho, muy rápidamente y perjudica la salud

 

Todo es cuestión de ansiedades, ¿no?

Claramente sí.

Los hábitos de comida están absolutamente relacionados con los factores y el manejo de la ansiedad que tiene cada persona. Un buen habito de comida requiere de un tiempo, unas condiciones físicas y emocionales tranquilas y positivas. Si una persona está alerta, preocupado siente miedo y angustia toda su atención y energía se centra en defenderse, en protegerse por lo que comer parece no ser importante y puede  que  deje de hacerlo.

Si la persona se siente ansiosa, nerviosa, se siente a disgusto consigo misma, siente que ha fracasado, que todo su mundo se desvanece puede que recurra a comer porque así paree que de manera inmediata se tranquila, se da un capricho, por lo menos se merece ese dulce

 

¿Que se puede hacer para evitar engordar o adelgazar en exceso por el asunto de las emociones?

El tener una buen grado de autoestima, de autoconocimiento y de habilidades en el manejo de nuestras emociones, nos permite controlar los excesos: ni dietas restrictivas ni atracones.

No podemos olvidar el papel que juega nuestra manera de pensar sobre nosotros mismos y sobre los acontecimientos de nuestras vidas en la creación de emociones positivas o negativas. Si una persona cree que necesita sentirse enamorado y no o está puede pensar que la vida a si no tiene importancia y descuidarse así mismo y por s puesto, a su alimentación. Si la misma persona acepta que estaría mejor sientiendose enamorado y siendo correspondido, pero no le ha llegado el momento y es optimista en relación a su futuro se sentirá mejor consigo mismo y con sus hábitos de vida, entre ellos la comida.

Ser tolerantescon nuestras imperfecciones y dimensionar correctamente el peso y la importancia de nuestras emociones es fundamental para poder tener una buena calidad de vida y hacer unos hábitos de comida saludables y gratificantes.

 

¿Es recomendable alguna dieta para estos tiempos de tantas ansiedades?

La ansiedad como un estado anímico no tiende a desaparecer por si sola, ni  por el paso del tiempo. Es muy importante determinar los factores internos que nos llevan a mantener ese estado y por lo tanto, aprender a enfrentarse a ellos.  Las ansiedad solo desaparece cando se enfrenta, no hay truco posible que la haga desaparecer.

Si una persona se siente abandonada, sola, con un profundo miedo a su futuro afectivo  sin nadie a su lado, echa de menos a su pareja que sin más, se ha ido de su vida. Tendrá que aprender a resolver esas incognitas vitales poco a poco sin descuidar habitos tan importantes como la comida o el sueño. Para ello evitará el aislamiento social, desarrollará un nuevo  ocio, unas nuevas motivaciones, pero sin “utilizar” la comida para disminuir el peso de la perdida.

En estos tiempos de tantas exigencias y tantas prisas por todo, el hacer un descanso para comer variado, sentado, despacio y saboreando lo que comeos debería ser uno delos ingredientes de la dieta antiestres.

 

Hay algún truco o alimento recomendado para cuando nos entre la ansiedad y no podamos parar de comer?

Como estamos hablando del amor y no de otra emoción:

Buscar actividades o la compañía de otras personas que dificulten el  hecho de comer.

Controlar el no tentar a nuestra voluntad con alimentos muy apetecibles que nos “incitan”.

Evitar situaciones de peligro como encerrarnos en casa con la nevera llena.

El mejor truco, pero también el más difícil en estas situaciones, es tener o aprender autocontrol:

– si soy consciente  de lo que estoy comiendo, nada de comer de manera automática y muchas veces por despecho, o sin ton ni son.

– si evalúo lo positivo o negativo que va a tener para mi seguir comiendo no de manera inmediata, sino pasado unas horas, un día y cómo me voy a sentir a más largo plazo.

– si paro porque soy consciente de que después me  sentiréaun peor, más triste, mas  hundido/a y

– si me valoro el esfuerzo que he hecho por parar, me lo premio o, incluso lo comento con algún amigo…..Entonces me sentiré mejor conmigo mismo y controlare la comida. No ella a mí

 

Y algún alimento al que podamos recurrir que no engorda demasiado (o que engorde lo suficiente)  para contrarrestar las demasiadas o ninguna gana de comer?

Para contrarrestar las ganas de comer en cualquier momento podemos tener en cuenta la gran diversidad de frutas y lo asequible de su ingesta,

Cuando las ganas de comer han desaparecido el hecho de masticar y tragar suponen un gran esfuerzo, por lo que en los primeros momentos se recomiendan productos lácteos, pures caseros, incluso algún potito de los que se dan a los niños pequeños que se ingieren con mas facilidad que la comida sólida.

 

Suplemento de La Razón

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