Menu
Menu

“El mejor favor que podría hacer el presidente Sánchez a España es convocar elecciones»

Publicado en La Razón

ARTURO FERNÁNDEZ, actor y empresario teatral.

Disculpen que no sea nada original y que, como cualquiera de ustedes haya caído rendida a los pies de Arturo Fernández. Por su educación, por su talante y por su elegancia que, por cierto, va más allá de la ropa que se pone y tiene más que ver con aquello que decía el Cardenal Newman: “el hombre elegante nunca hace daño a los demás”. Así es Arturo Fernández. No es de extrañar que lo suyo sea “Alta seducción”.

 

Continúa usted triunfando, desde hace varias temporadas, el Teatro Amaya de Madrid con “Alta seducción” ¿cuál es el secreto de su éxito?

Creo sinceramente que es el haber hecho del publico mi prioridad. Intentar no defraudarle nunca. Tuve la inmensa suerte, hace ya mucho tiempo, de entender lo que esperaba el público de mí y a ello me dediqué, intentando darles eso : alta comedia. Así, siendo fiel al público el público te premia con su fidelidad.

 

¿Su público ha cambiado mucho o  siempre es el mismo?

El público de teatro no cambia…  Y cada género teatral tiene su público. Sí se sucede. Yo voy ya por tres generaciones de las mismas familias. Y me siento un privilegiado por ello.

 

Hace unos meses leí que decía que jamás había recibido una subvención y que se sentía orgulloso ¿por qué no la ha recibido y por qué se siente orgulloso por no haberlo hecho?

No la he recibido, básicamente, porque jamás la he pedido. No creo en ellas. Salvo que se trate de montajes de incuestionable interés general, cuyo coste sea inasumible para la iniciativa privada, ( léase clásicos con un enorme reparto y necesidades de producción carísima y pocas cosas más), presentar una espectáculo teatral es un coste asumible. Y lo digo yo que puedo presumir de llevar los montajes no musicales más caros de la escena española. Las subvenciones son un semillero de amiguismo, clientelismo político y otros intereses que desde luego no son generales… Además van en contra del mérito, del esfuerzo y, demasiado a menudo, las aprovechan vagos y vividoresdel cuento.  Me siento muy orgulloso de no haber recibido otra subvención que la del público

 

Arriesgando el dinero propio y dedicándose al teatro ¿uno llega a los 89 años con unos ahorritos suficientes como para poder dejarlo cuando le apetezca?

Seguro que podría dejarlo y vivir con cierta holgura, pero no me apetece en absoluto hacerlo. Al menos mientras la salud me lo permita porque mi profesión me gusta por encima de todo.    Además, después de más de 60 años de trabajo ininterrumpido, mantener mi tren de vida, que es muy normal, depende de mis ingresos, no de mis rentas. Hay que tener en cuenta que mantengo una compañía (la de más larga duración de la historia del teatro al menos español), es decir, creo  puestos de trabajo,  pago mis impuestos y jamás he gastado un euro del Estado (ni en colegios, ni en Seguridad Social,  farmacia  etc…). ¡Ni siquiera me he jubilado para cobrar una pensión en los  escasos periodos en los que no trabajo, como sería mi derecho! Creo que en el teatro nadie se hace rico

 

Ahorritos aparte, tiene usted es una genética escandalosa. ¿Cómo se conserva? Comparta su secreto.

Sí, es cierto que tengo el inmenso privilegio de tener muy buena salud.  Pero no hay secreto ( y de haberlo sería eso: un secreto y como tal no difundible). Creo que tengo una buena herencia genética y nunca he sido una persona de excesos. He disfrutado y disfruto de todos los placeres de la vida, pero nunca me ha dado placer exceso alguno. Quizá la receta, genética aparte,  sea estar a gusto conmigo mismo y ser feliz. Aunque alguien dijo que ser feliz es un estado reservado a los tonto ¡pues soy benditamente tonto!

 

¿Está a favor o en contra de los retoquitos estéticos? ¿Se los ha hecho? ¿Se los haría?

Me cuido y estoy absolutamente a favor de los retoques estéticos hechos con mesura.

 

Con los años que usted tiene, lo ha vivido casi todo, hasta la guerra civil de muy niño ¿tiene recuerdos?

Claro que los tengo, aunque desde la mirada inconsciente de un niño para el que todo es un juego. Sí recuerdo las carencias, las alertas, la partida apresurada al exilio de mi padre en un barco que zarpó a la par que otro que fue bombardeado donde no sobrevivió nadie. Hasta que mi padre no pudo comunicarse no sabíamos en cuál de los barcos iba. También recuerdo las revueltas que precedieron a la guerra. Y lo recuerdo para saber y transmitir a mis hijos que es una historia que jamás debería repetirse.

 

¿Y conserva rencores?

En absoluto.  De uno y otro lado, todos tuvieron/tuvimos pérdidas. Mi padre, que era líder de la CNT de Gijón, me dio muchas lecciones de lo inútil que es el rencor. Recuerdo que las checas cenetistas querían fusilar a un padre y dos hijos menores que habían sido denunciados por algún vecino, por ir a misa. Mi padre se enfrentó a ese “tribunal popular” del que formaba parte y les dijo: “si esa es la razón, yo he sido monaguillo”. Cuando mi padre tuvo que exiliarse, esa familia nos ayudaba a subsistir con los productos de su huerta. Cuando, después de 19 años de exilio, mi padre volvió a España, nadie le persiguió ni le señaló, mantuvo sus derechos como trabajador del ferrocarril de Langreo.  No, al acabar la guerra no existía el rencor. Queríamos superar el drama vivido… todos éramos víctimas.

 

¿Qué opina de esta mirada al pasado de la Memoria Histórica?

Que es el peor legado del Presidente Rodriguez Zapatero. Los enfrentamientos entre hermanos de la Guerra Civil estaban olvidados. Hubo víctimas  igual de inocentes en ambos lados, y la historia no puede reescribirse de forma partidista. Me gusta mucho más el proyecto de la la Ley de la Concordia; pero quizá ya sea tarde, quizá ya hayan reavivado lo peor de nosotros mismos: los rencores.

 

¿Y de que saquen a Franco del Valle de los Caídos?

Es una forma inconsciente de homenaje. Franco murió en la cama. Estaba ya en la historia, no en nuestras vidas. Y  ahora, unos personajes que ni siquiera le conocieron vivo, ¡le han resucitado! Es surrealista.

 

¿Cómo ve la España de Pedro Sánchez?

Con mucha preocupación.  Creo que el mayor servicio que podría hacer a España  el Presidente Sánchez es convocar elecciones ya (sobre todo si se cree los resultados de las últimas encuestas)  y no mantenerse  pagando precios, materiales y morales,  que España no puede permitirse, a esas coaliciones “frankenstein” con las que gobierna y que le obligan a incurrir en una contradicción tras otra.

 

PERSONAL E INTRASFERIBLE

Arturo Fernández nació en Gijón en el año “29, según mi madre, 30 según el Registro Civil. Vive “en pareja”. Se siente orgulloso “de su independencia personal y profesional y de sus hijos” Se arrepiente “de no haber aprendido a tocar el piano” Es de risa fácil y evita llorar por fuera “Por dentro lloro con la injusticia y la crueldad de los débiles”. Perdona pero “recuerdo”. A una isla desierta se llevaría “una tele para ver los partidos de fútbol” Le gusta comer “paella, fabada, percebes, quisquillas” y beber “buen tinto y un whisky por la noche. Su manía es “que no me toquen el pelo” Su vicio “deje los buenos habanos hace un par de años” De mayor le gustaría ser “joven” y si volviera a nacer sería “actor”.

Back to Blog

Leave a reply

Back to Blog