Publicado en La Razón
La sede de la Fundación Madrina es un mini universo de puertas abiertas y caras sonrientes. Allí acuden niños y mamás para recibir atención médica y formación diversa (desde clases de inglés a cursos de corte y confección) o, simplemente para comer y hacer acopio de todas las cosas básicas imprescindibles para el cuidado de los más pequeños, que cuestan tanto. …seguir leyendo
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